Hoy. Después de una tarde gris pero de las que másmegustan, promediando digamos la tarde, miro en la cartelera un par de apuntes numerados pero no, hoy no voy a comprar nada, mañana seguramente sí. Ya hay bastante para leér en todos los formatos posibles.
Como todos los Lunes y ¨casualmente¨ a la misma hora, me encuentro con V. en la puerta del Cefyl, le digo ¨te hiciste algo en el pelo¨ (como casi todos los Lunes) y ella me responde que no, charlamos un rato de las cosas de siempre y luego decidimos bajar al barcito del centro de estudiantes, donde tomamos café y saco mis bizcochos de sésamo mientras ella me convida una de sus medialunas que venían con la promoción. Nos sentamos al lado de sus amigos y se nos va la hora y media hablando de varias cosas: la facultad, nuestro secundario, el chico raro que está en todas partes y que ambas descubrimos mientras nos miraba con cara de psicótico u algo parecido. Terminamos hablando de nuestro barrio (que a ella le gusta y a mí no), de la elite del GETEA y de las escasas posibilidades que tenemos de investigar por nuestra cuenta y, en general, de no pertenecer a organismos que funcionan hace mas de veinte años y que dicen ¨esto es teatro y esto no¨. es verdad que es mucho mas ¨productivo¨ producir, pero es mi carrera y estoy como re enamorándome de ella, no se si voy a lucharla (hace tiempo que se extinguió de mí toda alma revolucionaria, quizás renazca con la asiduidad de mi asistencia). Le aviso a V. que no voy a quedarme al teórico porque a la misma hora en la que el mismo empieza, se hace la entrega de premios del concurso sobre cortos en los que se muestre la ciudad como escenario, en el cual participa ese corto en el cual colaboré con el guión (semi-co-guioné? y presté un espacio para filmar).
Miro el reloj dos veces: la primera vez faltaba una hora y a la segunda vez, debería estar en media hora en el Malba y estoy en Primera Junta. Saludo a V. y empiezo mi corrida meteórica hacia Rivadavia, es obvio que voy a llegar muy tarde pero quiero ir igual: el 141 no viene y después de esperar un rato me tomo el 55 que al menos me deja en Plaza Italia. Al fondo consigo sentarme y me pongo a leér esa novela mientras me lloro el ojo porque los lentes de contacto están ya pobrecitos, viejos. Me saco uno y sigo leyendo igual, estoy acostumbrada a eso, , me bajo y camino: al final no era tan terrible aunque sí algunas cuadras. En la caminata desde Puán empiezo a preguntarme porqué justo hoy me puse este jean que no me gusta y se me cae de tanto uso o quizás porque esté mas flaca o las dos cosas, no sé. Lo unico que safa es el vestido corto que enrealidad es una remera larga, pero mi aspecto en general y la mochila llena de cosas que me pesa, en fin.
Al fin llego al Malba y está el típico stand de Chandón con las promotoras sirviendo vinos para después del evento, lo cual me hace acordar a las charlas sobre literatura que se hicieron en el mismo lugar hace un mes y medio, en las que me encontraba con Nurit y gracias a quién pude combinar nombres con caras (de autores y poetas) los cuales desconocía y tomar alguna que otra copa de vino (haciéndome un poco la interesante, porqué no).
Entro a la sala y están por proyectar un corto, no tengo idea cual pero agradezco que la sala esté casi llena y que el evento aún no haya terminado. Supuestamente primero se proyectan los cortos ganadores y luego se dan los premios, hay algunos muy interesantes.
Al casifinal, cuando están por anunciar al ganador/ a, dicen que el corto transcurre en Constitución y desde nuestros asientos C., C. y yo creémos que es el nuestro pero no, obviamente no. el corto no estaba tan bueno pero se adecuaba a la idea del concurso. Los dos anteriores, muy bafici, sí estaban bien hechos y sorprende la tranquilidad con que los jóvenes realizadores los reciben.
Luego, con C.1 y C.,2 luego, coincidimos en que Ella y Divergir fueron los mejores. Ya estamos en el hall y los invitados agarran sus copas de vino y ya veo gente que conoco este es el momento en el cual empiezo a pensar seriamente en el clásico tragame tierra y en porqué no me arreglé un poco más y esas cosas. Después, en el baño me digo que no era para tanto pero pordios que nadie se le ocurra mirar a mi mochila blanca toda ennegrecida y bla. Más cuando C.2 se pone a hablar con uno de los directores de HC y me rodea cierta parte de la elite cinematográfica de la cual creo (es solo una suposición) que nunca perteneceré mas allá de mi apellido y mis contactos y a todo esto no descuento que alguno de esos cineastas (y porqué no?) se enamore de mí ya que uno casi alguna vez lo hizo y pese a mi distancia con las clásicas rubias de todas las edades que plagan ese tipo de ámbitos y circunstancias, todos sabemos que vos y yo – y ahora le hablo a el o alguno de ellos- tenemos muchas cosas en común y vos sabés de que te hablo.
Me hago la que no los ví (sí, soy tímida y más en estos contextos), pero a menos de dos metros están P., Y. y S., compañeros de facultad y de viaje a Mardel- , al fin P. se acerca y me saluda, me conta que hicieron un corto, luego saludo a Y. y a S. y les presento a C y a C. La situación es bizarra, digo, presentar a esos dos grupos y me siento rara.
C. 1 se queja (tratando de que no se note) de que ¨ninguna mujer ganó, viste?¨ yo, por lo general, no estoy nunca de acuerdo con ella y siempre se lo digo pero esta vez no tengo ganas. Es verdad que con ambas de estas C. somos muy distintas, pero me cuesta cortar la relación y se que en la vida hay que ser tolerante y aprender de los demás y de lo que a uno le molesta, que siempre es por algo de uno y toda esa historia.