Cuando llego a casa me cuesta volver a salir. Hay varias opciones de lugares, a la noche, todos los días. Pero hay algo que no me deja: cansancio, dolor de cabeza (depresión? desamor?). Opciones.
Doy vueltas por casa, escucho música y en vez de cenar bien, mastico semillas de lino con cuchara porque al final no sé si voy a salir y a comer mas tarde, pero en el fondo y aunque me cueste, sé que al final me quedo acá. El comer es puro acto de ansiedad: me llevo las semillas con cuchara y me siento enfrente de la computadora, chequear mails, leer blogs y esas cosas, corroborar el horario de un lugar donde quería ir y no fuí, darme cuenta de que no llego y nada, pensar en otras cosas pero más que nada tratar de aflojarme y no poder.
Pensar en un documental, en el post anterior, en una foto, en que no me gusta nada este blog y que realmente a nadie le importa demasiado, entonces lo tomo como algo personal (imposible no hacerlo) y todo es más de lo mismo, pero en diferente color o lugar.
Durante dos noches me quedé dormida con la PC prendida o alguna de las luces sin apagar. Y antes, la cama distendida, sin sábanas (si lo hubiese visto mi madre, o sea, la meticulosidad en persona, me diría ¨esto me da una sensación de dejadéz¨), la ropa desordenada en la silla o en la cama.
Levantarme tipo cuatro de la mañana para buscar la colcha que esta en otra habitación porque tengo frío y creo que con frazada no puedo dormir, pero cuando abro la puerta tengo sólo un gato que me hace miau pidiendo comida y pensar: dios! que soledad tan asquerosa –no, no te voy a dar comida ahora porque es temprano y tendrías q estar durmiendo-. Volver a la habitación, acostarme con la colcha encima de la cama deshecha. Pero nada: detención del pensamiento sin poder dormirme, una vez más.
Tengo la suerte de no tener que levantarme siempre a un mismo horario y, bastante seguido, la sensación es de inubicuidad cuando lo hago. No es lo que uno llamaría ¨depresión¨. Es otra cosa: como si algo/alguien borrase las huellas del sueño y al abrir los ojos no entiendo adonde estoy, no puedo asimilarlo. Estoy, sí, camino, me levanto. Pero torpe: me siento un robot (bajo el agua). Parece como si la pensa se me hubiese vuelto cuerpo y reacciono sin reflejos: otra vez me cuesta salir. La noche anterior quizás hice algo de zapping y pensé ¨quiero ser como alguien de los que bailan en Bailando por un sueño, para que la gente quiera¨.
Pero no, no es éxito lo que quisiera ni lo que busco. Ahora quiero ser como Dark Angel, para que las personas me tengan respeto. Pero no, querida, no sos ella.
Ahora tengo sueño. Quiero dormir y que la gente me quiera.