jueves, 3 de mayo de 2007

(tratar de no) salir lastimado

No, no son los anteojos questrené el martes (que de hecho son una noticia quemme alegra) ni nada que se emparente con los cambios, de hecho positivos, sino todo lo relacionado con las piedras en el camino de las que hasta hace horas me parecían notan pesadas y ahora me pesan, me duelen mucho y me desarticulan todo lo demás.
En principio la estabilidad cuesta, especialmente cuando se sabe que se tienen caracter´ssticas que tienden a querer abarcar tanto y uno pasa de la total hiperactividad a sentir que quehagoahora, pero recién lo que me pasó fue que esa inestabilidad (mas allá de los logros y del equilibrio parcialmente logrado) se fué para aajo y me sentí completamente indefensa, cansada y sin armas (mi principal temor, desarmada y burlada y sola, mi mayor desgracia queporfavor no, que no ocurra).
tengo miedo a desaprovechar lo que está pasando ahora y no va a repetirse, y tengo los ovarios dolidos e hinchados de la repetici+on de circunstancias que no me gustan y me hacen mal, que me están como deteriorando por dentro.
En una conversacion que tuve el martes con mi madre, ella me contaba que no se sentía bin pero que no sabía bien porqué era. ¨no es tristeza¨, me dijo. apatía, quizás? ¨no se¨, me responde. ese día yo estaba bien.
Pero hoy me canso 1) de perseguir lo que siento que esta cerca pero nunca puedo alcanzar.
2) de esta jodida inestabilida emocional que no me deja vivir la vida como realmente la merezco.
Realmente tengo mucho miedo de perder la juventud. De levantarme un día y saber que había podido vivir más/mejor y más profundamente la vida y no lo hice, mas allá de que no haya podido.
Estoy harta de no poder y de todos esos miedos y necesidades burgesas, de esas costumbres de dejar pasar al otro antes que a uno porque se cree qu no se podrá y todo eso. No es algo que sienta siempre, me viene de a momentos.
Como decia en el post anterior, de repente uno es paciente, paciente y de repente la paciencia esta lla dentro de uno en lágrimas, en energía y es como que hay que hacer algo.
Estoy harta de estar en el medio de todo y en ningún lugar en particular, en un no-lugar permanente.
Y, como pensaba y decía hace unos años, quizás sea mejor dejar de existir físicamente, dejar mi alma volar libre sin cuerpo, para no preocuparme demasiado por la experiencia que se supone que debe hacer en la Tierra y por la cual fue encarnada en este cuerpo, en este país, en ese año en que nací, etc.
Ahora no estoy tan mal como para intentar matarme, pero siento que las cosas pierden por momentos todo su sentido.
Una frase que leí hace un tiempo ilustra muy bien este sentimiento/sensación. Pertenece a la novela ¨Vos me querés a mi?¨ de Romina Paula. La protagonista dice algo así como:
¨Estoy vivendo a un volúmen tan inaudible que ya no puedo escucharme¨.
Creo que es una expresión certera, nobre y específica. Mal de los tiempos jóvenes.

2 comentarios:

Fernando G. Vilar dijo...

voy a comentar una sola cosa y referida a lo que decís sobre el final acerca de la preocupación por que las cosas pierden su sentido por momentos. es una de mis más profundas creencias que las cosas: no tienen sentido. no por momentos, no ayer, no hoy, no mañana. que se me entienda, esto está muy lejos de ser una óptica pesimista, todo lo contrario, es completamente liberador saber que nada de lo que uno vive es importante. uno puede prescindir de todo. lá búsqueda del significado, por otra lado, es agotadora e interminable, no es tarea para los seres humanos.
espero haber aportado

saludos filosóficos
l'enfant terrible

EmmaPeel dijo...

disfrutar, reírse, creer, besar, enamorarse hasta acá, hacerle ojitos al día gris...y todo lo contrario también

en eso andamos tod@s Lucette, juerza m´ija!


wait a minute mister postman!