jueves, 2 de agosto de 2007

Cada vez que nos limitamos a ciertos términos, comenzamos a flotar en el mundo de las abstracciones. Podemos entonces encontrar fórmulas extremadamente reveladoras, pero pertenecientes al reino de los pensamientos y no al reino de las realidades. Yo no sé si, en el pasado, he dicho que el teatro es complementario de la realidad social. Tal vez. Pero para mí, el teatro no es algo que pueda enlatarse. ¿Cómo podría disociar el teatro de la literartura? (...). Los autores, los grandes autores del pasado, han sido muy importantes para mí, aún si he luchado con ellos. Miré de frente a Slowacki o Calderón y era como la lucha entre el ángel y Jacob: “¡Dime tu secreto!”. Pero, a decir verdad, tu secreto no me compete. Lo que cuenta es nuestro secreto en nosotros, nosotros, los vivientes de hoy. Pero si comprendo tu secreto, Calderón, comprenderé el mío. No hablo contigo como con el autor que debo poner en escena, hablo contigo como con mi bisabuelo. Eso quiere decir que estoy en actitud de hablar con mis ancestros. Y, seguramente, no estoy de acuerdo con mis ancestros. Pero, al mismo tiempo, no puedo negarlos. Son mi base, son mi fuente. Es una cuestión personal entre yo y ellos. Así he trabajado sobre la literatura dramática, y casi siempre con autores del pasado: exactamente, porque era un asunto de ancestros, de otras generaciones.
Se encuentran siempre aliados y se encuentran siempre enemigos a combatir. Te enfrentas a un sistema social extremadamente rígido, debes arreglártelas; debes reencontrar tu propia libertad; debes encontrar tus aliados. Quizá éstos están en el pasado. Por lo tanto, hablo con Mickiewicz. Pero hablo de problemas de hoy. Y también del sistema social en que he vivido en Polonia durante casi la totalidad de mi vida. He aquí la que ha sido mi actitud: no trabajo para hacer discursos, sino para ensanchar mi isla de libertad; mi obligación no es hacer declaraciones políticas, sino hacer agujeros en el muro. Lo que me ha sido prohibido, debe ser permitido después de mí; las puertas que han estado cerradas, deben quedar abiertas. Debo resolver el problema de la libertad y de la tiranía por medidas prácticas; esto quiere decir que mi actitud debe dejar trazos, ejemplos de libertad. Se trata de algo muy distinto de una lamentación sobre la libertad: “la libertad es algo bueno, hay que luchar por ella” (y son a menudo los otros que deben luchar, etc.). Todo eso debe ser arrojado a la basura. Hay que cumplir el hecho, cometerlo; no ceder jamás, dar siempre un paso más, y otro paso más. Es éste el problema de la actividad social a través de la cultura (...).

Jerzy Grotowsky, ¨Tu eres hijo de alguien¨.

Gracias a S. B. por el dato del texto y a C. (a las dos) por una excelente reunión donde hablamos de innumerables cuestiónes teatrales/contemporáneas/políticas e ideológicoartísticas y rondas (también innumerables) de mates hacían de acompañantes terapéuticos.

Tarea paralasemana: intentar desvincularse de la autoexigencia del orto, socia vitalicia del club todoloquehagoesunamierda, aunque a veces cueste demasiado. Lograremos loquesepueda.

4 comentarios:

Sniper dijo...

You've just been shot.

Maturratas dijo...

Uh yo que pensaba hablarte y veo que a vos tambien te acaban de disparar.

Somos unos muertoooooossssssss, y es todo por tu culpa Sniper!!

Es increíble todo lo que se puede charlar mientras mateas.

Besos amargachos!

Anónimo dijo...

después de una goleada bajo la lluvia yo rompí el carnet de ese club, pero muchas veces vuelve a aparecer, lo rompo, aparece, ya le estoy tomando cariño...

saludos!!

moret dijo...

desuscríbase YA mismo de ese club del q es vitalicia...


wait a minute mister postman!