El período actual tiende a ser reparador. Pero, al mismo tiempo, existe la extrema necesidad de autoflagelarme cuando siento que arruino todo lo bueno que me va sucediendo. Por ejemplo, escribir un post mejor y que se borrre (por poner un ejemplo pelotudo, que se borre porque sí una parte de este psot que estaba buena pero que me da la pauta de que todo lo que aparezca hecho por mí tiene que ser horrible y entonces para eso no escribo una mierda, si siempre son pelotudeces las que aparecen porque lo bueno se borra solo, carajo, solo mí me pasa, grrrrr).
Vislumbro cada vez más de cerca los sectores de mi propio mecanismo: cuando todo se vuelve polar, no hay puntos medios.
Es horrible decirlo/saberlo (o no, depende): uno de esos sectores no se banca la estabilidad ni soporta ciertos mecanismos del triunfo propio.
Sería vano buscar más ejemplos. Quiero decir: no me interesa eso, solo exponer la cáscara del asunto. Por ahora es porque sí, después se verá mas claro. Como todo, cuando pasa un tiempo y la oscuridad se aclara porque la mirada (o el soporte) se acostumbra.
¡Entonces? Eso: bamboleo interno, cansancio y una especie de neoadolescencia. Porque el verano es un poco eso, para mí. Todavía. Y digo ¨adolescente¨, además, porque el verano se siente anárquico. Yo me siento anárquica e intolerable, también. El calor acerca más que el frío al instinto, creo yo. Estoy desorden, pero no centrífugo, sino centrípeto. Y si no les gusta no me importa un corno.
Esto es anarquía, también. Esta soy yo, también.

Además, hay descubrimientos. Frases. Ideas que aparecen porque sí, también.
Por ejemplo hoy, pensé ¨para mí pasear es viajar en colectivo¨ Instantáneas. Eso.