miércoles, 11 de julio de 2007

Viernes: reunión con C., mientras delineamos aspectos generales del proyecto en común y muchas ideas deshilachadas nos transportan al caos, la necesidad de elegir un eje conceptual sobre el cual empezar a trabajar, concreto simple y pequeño, con posibilidades de mutación. La idea es dejar fluír teniendo algunas fijas (finalmente, aparece algo más parecido al orden).
La primera media hora es inevitable el relato de aventuras ajenas y algunas otras coincidencias nuevas me hacen pensar que están cada vez más acotadas las posibilidades de que las personas que conozco se desconozcan entre sí.
En realidad, es una típica charla femenina (quiero decir, femeninamente nuestra). Saltamos de un tema a otro en una secuencia que parece azarosa, pero en algún lugar ordenada. Creo que solo podría explicarse con alguna prueba externa/ extrema (se me ocurre la idea de sacarles radiografías a nuestros inconscientes), que implícitamente están imbuidos de aspectos ¨femeninos¨, pero también de otros que nos pertenecen especialmente (o nosotras pertenecemos a ellos?) porque fueron originados en nuestra íntima, social y particular manera de construirnos como mujeres. Y en este punto, con C. tenemos una enorme coincidencia. De hecho, la idea es hablar de la experiencia femenina, desde un lugar que nos es todavía desconocido.
Esa misma noche, al llegar a casa decido aprovechar la soledad para servirme una copa de vino, con el caos (esta vez distensionado) de querer hacer muchas cosas (compatibles con el placer, pero incompatibles entre sí) al mismo tiempo que disfruto del vino y me relajo.
En el msn que se prende automáticamente aparece Sol y decidimos encontrarnos a tomar algo en un punto medio entre su casa y la mía, o sea, a diez cuadras de casa. Asisto a pesar de mi incipiente y solitaria pre borrachera.
Creo que primero comentamos algo acerca del blog. Por suerte cuando entramos al bar se disipa por un rato para luego reaparecer de otras maneras. En las charlas con Sol hay temas que reaparecen y se nos impregnan, en general tienen que ver con los hombres y las cosas que hacemos o no para seducir (debería haber escrito antes esta crónica porque hubo un par de frases clave que estaría bueno reproducir y ahora no las recuerdo).
Hay consejos grosos e intercambio de opiniones, hay búsqueda de soluciones y algunos chismes nuevos. Las dos charlas que tuve ese día son muy similares. Al mismo tiempo estoy muy mental, lo sé, y ese es justamente uno de los ¨temitas¨ a resolver, en general y en particular.

Sábado. Me despierto al mediodía y alimento a mi gato (enojadísimo y hambriento), escribo lo que me falta para la clase que por esta vez empieza mas temprano. Omito el almuerzo (creo que solo tomo un mate) y llego el record de tarde a mi clase. En la segunda cuadra de las seis que debo caminar cuando me bajo del bondi, tropiezo y caigo al piso, solo un raspón + susto. Unos camioneros que pasan se ríen de mí, o eso creo. Me levanto y luego de un segundo de recuperación, sigo. Salvo eso, todo bastante bien. Al salir hace un frío polar y decido volver a casa, estudiar un rato más y después ver que onda.
Me llama C. para avisarme del cumple de L., en La casona. En ese momento llama B. al celular y me avisa de una fiesta. Transmito el mensaje a C. y hacemos el enganche entre ambos lugares. En La casona presenciamos una varieté de teatro antropológico. Me impresiona el nivel de las actuaciones y los monólogos me divierten excesivamente. Salimos del bar en grupo, yo transporto un vaso de vino en la mano y hablo con la joven cumpleañera. A la altura del Abasto, hablamos de la mierda que Macri hará con Ciudad Abierta (entre tantas otras cosas) y hacemos comparaciones entre C.A. y canal á. L. me cuenta que se acordó de mí cuando vió una entrevista de Mariasch en El secreto a una chica que, según dice, se llevaría muy bien conmigo. Adivino quien es. Le digo que yo también sentí algo parecido, como una empatía fuerte. Pienso que L. también se parece a ella, por la forma de la cara y el color de los ojos.
La susodicha cuestión de ¨lo mental¨ (esta vez generalizada) volvió improvisada. El unánime comentario de cinco solteras por la masivización de chicos interesantes y lindos, nos hace delirar un poco. Esta es otra versión de la máscara, pienso. Esta vez, nocturna y hormonosa, disfraces de princesas que duran lo que dura la noche y el efecto del alcohol que acompasa el sentimiento. El grupo es muy contenedor y estamos todos juntos. Eso ayuda, sin duda.
Caras conocidas, saludos con la mano y otros más cerca que duran lo mismo que una charla telefónica y obligan a un acercamiento. La música fuerte, sino no se escucha, pero devienen miradas y sonrisas que se quedan como suspendidas en el momento.
Bailamos un poco y la fiesta se vacía: los organizadores barren, enjuagan pisos y tenemos que irnos a pesar del frío que hace por Sarmiento a las siete y algo de la mañana. Caminamos agarrados de antebrazos hasta que pasamos por otra fiesta que también llegó a su fin: el lugar está vacío y a punto de cerrar, los patrones escuchan un tango dominical y antiguoide mientras hacen relucir los mosaicos del Conventillo de Teodoro.
En la plaza, nos dividimos de a tres pares: me despido y a dormir.

Domingo. Descubro a mi gato bebiendo agua de un vaso que serví para mi uso. Me doy cuenta de que no tiene ni agua ni comida, pero deduzco que está nervioso ya que los fines de semana se la pasa comiendo y le repuse su alimento y agua varias veces. Lo upo y me ronronea. Tengo que aprender a ser madre con mi gato.
A la noche, Bar me avisa de una reunión de bloggers en un lugar a seis cuadras de casa. Es grossa B., le digo que no sé de donde saca toda esa información. Por cierto es un lugar muy lindo, una casona reciclada y nos encontramos al grupo de bloggers (la lista está en este blog). Muy buena onda general, si bien estoy algo introspectiva por algo que me pasó esa tarde (unas pendejas me quisieron robar en la calle, cosa que nunca me había pasado antes y me quedé algo miedosa). De todos modos logro abstraerme.
Llego a casa, prendo el msn y chateo con A. en inglés, hasta morirme de sueño.

Horas mas tarde, nieva.

7 comentarios:

Agostina Luz dijo...

hola lu!
cómo estás?
yo acá estudiando y estudiando
me encanta leer los relatos, me encanta de verdad
un beso
agos

Unknown dijo...

Pasaba a saludarte y a decirte que ya te sumé a la lista.
Un placer conocerte!
:)

L. dijo...

Qué lindos: Agus y Agos.
Agos, queridiña! como le va tanto tiempo? jeje tamos en la misma. Época de finales, todo se complica un poco, pero se disfruta y agradece muchísimo la oportunidad (hoy estoy muy agradecida con todo, ojalá me dure para siempre).
Un placer saber de tí, siempre.

Agustín: muchas gracias e igualmente! un placer conocerte!, a vos y a todos los bloggers que fueron. Espero poder ir a la prox. reunión, el domingo estaba con muy pocas pilas. Adious.

Nurit dijo...

Que tal Lu tanto tiempo.....se la extraña
slds!

lenguaviperina dijo...

buen post!

Lunita dijo...

yo pienso que son épocas... Y todo te alimenta :)
un gusto che!! nos estamos leyendo!!

Tommy Barban dijo...

Me gustaron el "susto" (caída y raspón) y el "miedo" (pendejas ladronas). En el cruce de los dos hay un relato que vale la pena.


wait a minute mister postman!